Ser estudiante es la primera obligación que se nos exige desde bien pequeños y pequeñas. Aunque no suele gustar a los más jóvenes, algunos y algunas tienen la suerte de disfrutar de ello durante muchos años. Y tú, ¿eres de estudiar a diario o el día antes?
Sea cuál sea tu forma de estudiar, es necesario:
- Realizar una lectura generalizada de todo el temario y una lectura más profunda de los aspectos más complejos.
- Elaborar un resumen o esquema completo, resaltando los puntos más importantes.
- Asistir a clase regularmente y tomar apuntes.
Estudiar el día antes:
- Es la única opción si no se tiene mucho tiempo a diario.
- Requiere de una capacidad de concentración muy elevada.
- No tiene sentido si no se tiene todo bien resumido o esquematizado.
Aunque haya personas que les funcione bastante bien, es necesario haber asistido a clase con regularidad para tener conocimientos sobre el temario impartido. Estudiar la semana antes, o incluso el día antes del examen, no será factible si no se han interiorizado los conceptos de la materia. Así mismo, dependerá íntegramente de las capacidades del estudiante y la dificultad de la prueba.
Estudiar a diario:
- Es más costoso y requiere de un esfuerzo continuado.
- Suele ayudar a mantener todo más ordenado.
- Evita acumulación de trabajo justo en el final.
Está demostrado que, aunque depende del tipo de estudiante, dedicar entre 2 y 5 horas diarias al estudio es lo necesario para aprobar un examen con éxito. Por lo tanto, aunque cueste establecer un tiempo diario, una vez asumida la rutina, se realizará casi de forma automática. Sin embargo, no siempre es posible dedicar tiempo diariamente si se tienen otras responsabilidades.
La dos formas son igual de válidas, todo depende de lo que mejor se adapte a tu estilo de vida. ¡Tú decides si estudiar a diario o el día antes!